viernes, 19 de enero de 2007

RECUERDOS DE NUESTRO AYER



Estas mismas calles que ayer aplastamos con nuestros pies,
imploran hoy una nueva luna sobre nosotras,
Reclaman aquella oscuridad que hacia sombra en nuestros cuerpos,
en nuestra, a veces, ebriosa carne
que tan ingenua y tenaz vivía por un sueño,
las sonrisas dejaron surcos en nuestros rostros
y las bocas exigen el sabor morado de los vasos…
Estas mismas calles que ayer se dibujaban para nosotras
nos miran infaustas y nostálgicas,
por lo que dejamos inconcluso,
por lo que hoy no son más que veredas,
a veces húmedas de lluvias,
a veces desecadas por las tardes de enero,
llenas de nuestra ausencia,
silenciando el deseo de guarecernos de nuevo
bebiendo, fumando:
“viviendo”.

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