miércoles, 29 de agosto de 2007

La lluvia empapando mi todo, mis pasos, mis huellas, mis noches ausentes de sus manos, esta aparente frialdad destruyo a veces frente a él, la arrojo para que la alcance, para que la estreche y la humedezca en su boca como marejadas, que se lleve lo que quiera, que no quede nada más, que oiga mi piel saltar, que mire mis ojos cómo titilan, que se lleve estas pestañas y las deslice por su sonrisa, por sus mejillas resbalando, misterio impenetrable, encanto amargo, distancia cruda intrigante, aquí dormitan mis dedos reclamando: su espalda, su cuello, su mirada, continente descalzo

sábado, 11 de agosto de 2007

XXXXXXXXXXX

“trasciende bajo mi carne, me explota a veces, me acobarda. Tanta intriga, tanta perplejidad que viaja por mi sangre y la revienta y la hierve aguda. Él está tan cerca y no soy capaz de observarlo, me amedrenta su sombra, esa proximidad incierta de su voluntad que escarba y me encuentra sosegada y débil, siempre. Y me deshecha con facilidad… partícula endurecida de mi duda, se mantiene, moribunda me disminuye y no me deja avanzar, mis miedos lo ahuyentan y me cubren con su noche".

OCTAVA REAL (2º)

YO NO BUSCABA NADA Y A ÉL LO HALLÉ
EN NOCTÁMBULO MANTO LO RECIBÍ.
MI SANGRE BURBUJEABA NO SÉ POR QUÉ...
CUÁNTA DULZURA DE SUS LABIOS BEBÍ,
EMBRIAGADA POR SUS BESOS, ME ALEJÉ;
PERO SU TIVIEZA AÚN LA SIENTO AQUÍ.
QUÉ HACER CON SU FUEGO QUE A MI ALMA ENCENDIÓ,
QUÉ HACER DE ESTE SUEÑO SI ÉL YA ME OLVIDÓ...

martes, 31 de julio de 2007

(22 abril).........................????????????????????

Tenue y delgado frío baña mi cara.
Sobre mis lágrimas ya no hay más nada.
El viento me acurruca, me estanca;
tú vienes a mí y me matas.

No sé qué hacer ante tu escarcha
y ante tu fuego que me clavas.
Eres tú todo lo que me daña,
eres la espina, eres la zarza.

Que alguien viniera y me abrazara,
que me entendiera, que me librara.
Quisiera dormir sobre esta almohada
y que nunca más despertara.

Quisiera de ti no oír palabra,
quisiera que nunca más me miraras.
Eres tú todo lo que me daña.
Quisiera que alguien me abrazara.

¡¿Dónde están las esperanzas?!
¿Dónde alguien que me amara?
Después de mi llanto ya no hay nada,
sólo las yagas de tus palabras...

TE RECUERDO....

TE RECUERDO COMO CUANDO CAMINABA Y MIS PIES SE UNDÍAN JUNTO CON MIS PALABRAS... TE RECUERDO COMO UNA MAÑANA FRÍA Y DESCALZAS, QUE NO SE IBA ANTES DE QUE ME ABRAZARAS.
TE RECUERDO PORQUE QUIERO RECORDARTE, SIN QUE SEAS MÁS QUE ESO.
PORQUE YA NO TE NECESITO, NO TE QUIERO; ESTÁS YA LEJOS, EN OTRA PARTE, Y SI FUISTE TANTO ¿CÓMO NO RECORDARTE? SÓLO ESO ERES HOY, NADA PARA AMARTE...SÓLO PARA RECORDARTE, NO PARA AMARTE.
Yo digo tu nombre en silencio
y lo siento más lejos que nunca,
tu frialdad me atormenta
y me hace beber la angustia

No me dejes perder
la corriente de tus manos.
No te oigo ni te veo,
es que vas tan lejano.

Los cipreces murmuraron
un frío y madrugador llanto
cuando te ibas distanciando
se hundió mi paz en el llano.

Cómo quisiera el día
ser noche de nuevo;
cómo quisiera junio
volver a ser enero;
cómo quisieran mis manos
robar tu anochecido cuerpo;
cómo quisiera yo
que no huyeras tan lejos.

miércoles, 18 de julio de 2007

SIN TÍTULO

Las noches agrias de ambivalentes pensamientos,
la tórrida briza, que al no olvidarlo me abraza,
una nevisca antes de la madrugada,
el sol tan bajo y el raído tiempo que no se perdona y se arrepiente,
el susidio más borbollante de la espera en su nombre,
que ofrece tanto y no entrega nada,
tanta agua que vive perseguida desde el cielo,
tanta calidez entre el frío duro y yerto,
tanta verdad entre sus brazos embusteros,
tantas esquinas doblando nuestro rastro,
escondiéndome después de mis huellas,
librándome casi de esta obscuridad;
un fuego meciendo mi sombra
y la suya tan lejos del mar...

viernes, 25 de mayo de 2007

TROZO DE UN RELATO...

...Amortajada vive aún mi esperanza y las semanas mueren en el casi intento, en el anhelo que no es más que eso. No era posible olvidar las tiernas horas ni tampoco las impotentes, que clavaban en mí la espina de la imposibilidad. Vivo por este sueño que habita en mis días tan arcano, tan adentro durmiente, brillando cada vez que lo pienso, que lo siento... quisiera haber comprendido esto tan fuerte que me domina y se escapa de mis manos como agua.
Los días pasaban lentos decía yo, pero hoy todo corre. Los minutos apenas alcanzan a ser y se van, desaparecen y la vida se me escapaba tan veloz acabando con estas tardes de pronto, en un tiempo en que todo cae: las hojas, la lluvia, la noche, el frío. Y las calles se vuelven crujientes y opacas.
Me había convertido en una estatua, movida solamente por su existir. Había escuchado voces, pero no era él...

lunes, 14 de mayo de 2007

RETORNO

Mi plegaria abandona su turno

me alejo, te alejas, qué absurdo

preludio sin forma, imagino

centinela de lo que fue mío.

Dormitando, bebiendo, te miro

te oigo aunque nada hayas dicho,

con mi mutismo te recibo,

aunque nunca por mí hayas venido;

me alejo, te alejas, qué absurdo

y mi plegaria abandona su turno;

todo vuelve a ser distinto,

todo vuelve a ser lo mismo.

lunes, 30 de abril de 2007

DESPUÉS DE TODO NADA...

Tú me adivinaste, embriagada
luna de sonrisas deslumbradas.
Todo muere finalmente,
enferma, agoniza, fallece.
llanto y ausencia amarga,
inviernos que ahogan mi cara.
El instante de la muerte
frente a mí se detiene.
Después del beso, mi boca inerte,
despedirte, enterrarte, perderte;
y después de todo queda nada,
después del cuento no hay palabra.

miércoles, 25 de abril de 2007

Continuación del cuento anterior

....Me acerqué y encontré a Alicia con dos hombres sobre una colchoneta desordenada, uno de ellos era Luciano. Al resto parecía no importarle, pero sentí un puñal atravesar mi pecho y mi respiro se detuvo de pronto. Busqué la salida, no sé si de aquella casa o del espectáculo que había visto. Alguien intentó detenerme aprisionando mi brazo izquierdo y adquirí una fuerza para librarme que nunca supe de dónde venía: _ Déjame_ grité desesperada. Corrí mientras la noche me empapaba con su lluvia y me tragaban las esquinas, sin tener idea de mi destino. No lloré, pero mis lágrimas saltaban por mis mejillas maquinalmente y me detuve sobre la raíz de un árbol. Estaba a mi lado Luciano, inquietante, sus latidos se hacían sentir enérgicos, como el trote de un caballo asustado; me dijo: _ ¡Corre, corre!_ ¡¿Por qué?! _ Le contesté de inmediato_ ¡Nos persiguen! _ dijo tomando mi brazo izquierdo con rapidez y astucia, y me agregó a su huida. No alcancé a mirar atrás, pero cuando me detuve para hacerlo, un escalofrío recorrió mi carne velozmente y mi cigarrillo resbaló entre mis dedos, apagándose en la poza de agua sobre la que nos habíamos detenido: una sombra espantosa y deforme se detenía frente a mí, no me atreví a pensar que se trataba de un hombre, porque su aspecto era aterrador y la noche no me dejaba distinguir su rostro. Más atrás venían dos más corriendo hacia nosotros y nos acorralaron bajo la sombra de la pandereta. Antes que todo, sentí una suavidad fría e inerte acariciar mi cuello y me detuve pasmada, sobrellevando un pavor indescifrable. Luciano no alcanzó a gritar cuando ya había caído a la poza moribundo, su camisa blanca adquiría en el vientre un color rosado, casi rojo que se expandía y mi mirada se detuvo ahí. El machete había atravesado mi garganta y había chocado con la pandereta que estaba detrás de mí. Sin embargo, yo no lo había notado y lo que pensé que corría por mi pecho no era lluvia, sino aquel líquido tibio que escapaba de mi garganta. Intenté gritar, pero mi voz enflaquecía y no alcanzaba a oírse. Aquellos casi hombres se llevaban nuestras pertenencias y tumbada en la vereda mojada desvanecí lentamente hasta no resistir un respiro más.
Abrí los ojos y traté de mirar alrededor, todo era blanco y negro. Me levanté enseguida y un suspiro me devolvió la estabilidad perdida. Bajé las escaleras. Alicia estaba casi dormida en el sillón, al resto parecía no llamarle la atención. Caminé hacia el baño y tropecé con un vaso de vino que se derramó en el piso. Algo me parecía extraño. Entré al baño, vomité todo cuanto había en mi estómago… oí unas voces venir de la habitación colindante que, más que voces, parecían alaridos. Imaginé algo horrible, como si estuvieran torturando a alguien y salí impulsivamente.

martes, 24 de abril de 2007

CUENTO (AÚN SIN TÍTULO)

Abrí los ojos y todo era blanco y negro, como una arcaica foto. No había luz, sólo reflejos ocasionales provocados por algún vehículo que a ratos transitaba por la avenida aledaña. Las casas parecían fallecidas y las calles albergaban, húmedas, algún ladrido contagioso. Me levanté enseguida y recobré la energía perdida hacía un rato, entonces bajé la escalera media mareada y me instalé nuevamente en el sillón, quedando apenas espacio para otro lugar. Allí seguían esas caras, sólo que más aturdidas que cuando había subido a la cama para recuperar mi movilidad, y dije: _ ¿Qué ha sucedido?_ Pero nadie atendió a mi voz aún perturbada por el vicio; y me sentí por un segundo inservible y disminuida. Alicia parecía abatida y ya no pronunciaba palabra, incomunicada comenzó a cerrar los ojos y a nadie le llamó la atención. Caminé hacia el baño para desalojar cuanto veneno se me había introducido en el estómago y tropecé con un vaso de vino que se derramó en el piso. Entré al baño, intenté cerrar la puerta de madera deteriorada y forcejeé la manilla para asegurarme de que nadie entrara. Antes de inclinarme, levanté la tapa bruscamente y sostuve mi cabello despeinado tras mis orejas para no mancharlo; entonces un impulso monstruoso comenzó a empujar mis entrañas, sintiendo como si mi estómago quisiera salir disparado y, haciendo ruido involuntario, escapó de mi garganta un líquido amarillento que además traía consigo pedacitos gelatinosos y malolientes, que se detenían flotando en el estanque de orina acumulada. Estuve allí más de cinco minutos y me enderecé cuando ya no tenía nada más que expulsar por mi boca pegajosa. Me lavé la cara, la boca, las manos, y el agua helada adormecía mi piel mojada. Ajusté las mangas de mi chaleco para secarme, entonces oí voces venir de la habitación colindante que, más que voces, parecían alaridos. Imaginé algo horrible, como si estuvieran torturando a alguien y salí impulsivamente. Aún mi postura se balanceaba al caminar y mi hombro derecho se estrelló contra la pared. Entré y los alaridos se hacían claros: eran dos personas, o tres. Me acerqué y encontré ...

martes, 17 de abril de 2007

POEMILLA

A veces enmudezco absurdamente
Cuando tu voz llega a mi oído,
Temiendo a mis palabras callo
Y aterriza a mi lado el abismo

jueves, 12 de abril de 2007

SIN VUELTA ATRÁS

Arrepentidos los meses pasan,
esos benditos que palparon tu aliento.
Ahora vomita mi mano palabras,
Se acerca endeble una esperanza.
Centelleante pasan los sueños
Rozando el frío de mi cara,
Pudiendo atraparlos no los retengo
Y terminan en mi intento muriendo.
Arrepentidos los años amenazan
Con llevarse tu sombra lejos
Tanto que mi sol no la alcanza
tanto que nunca más la mirara.
Y a esta rutina la hago recuerdo
Porque de ti nada más tengo,
Arrepentidos los años pasan
Matando, ligeros, mi esperanza.

jueves, 5 de abril de 2007

He oído una voz llamando mi nombre
Derritiendo mis silencios, caminando,
Fue como si se viniera aproximando
Un cárneo espectro de hombre.
¡Eras tú! Motivo de mi espera,
Farol de mi senda,
Puente de mi abismo,
Eras tú: sonriente y altivo.

martes, 13 de marzo de 2007

PESIMISMO NECESARIO!

Han vuelto a segregarse los cuerpos con brillo en los ojos, a desteñirse la caminata sin destino que le imponíamos a nuestras piernas, las horas más cortas, la intriga de verte, de sentirte. Hoy sepulto mi fisonomía devolviéndole aquella sombra, palidece veloz mi espejismo y desaparece. Y te alejas, estando ahí, te alejas y la realidad vuelve a cobrar su rumbo. Regreso a mi escenario tosco y su pesadumbre. Mi pecho se vuelve a cargar de dudas y acomodo sin querer esta angustia tan mía nuevamente, como si la necesitase viene a mí, como si la llamase me encuentra.

SIN TÍTULO

Mi vida es un trozo de tu corazón que galopa,
A veces en una acera,
A veces en una noche impredecible;
tal vez el amor era el arcano bajo tu ropa,
contigo descubrí el milagro que la vida entrega
entre tus manos que a mi piel bendicen,
y la alteran con su energía medrosa,
a veces cuando esta llama te espera
es porque antes mi fuego te predice.

viernes, 2 de marzo de 2007

QUIERO



Quiero Ser juntos el mismo mar
Y hasta estando lejos seguir siendo más
Quiero ser en tus ojos estruendo
Y aroma que brota de tu templo,
De tu amor mismo,
De tu aliento.
Quiero ser la seda de tus manos,
Quiero ser tu risa y tu llanto.
Y hasta estando lejos
Quiero ser tu amor y tu aliento.

ESTA NOCHE



Quisiera esta noche escribir algo,
Algo que hable de tus huellas
Y no sólo de tus pasos
Y no sólo de mi espera.

Que hable no de tu recuerdo,
Sino de lo que lo trae aquí,
De cada ángulo de tu cuerpo
Esta noche quiero escribir.

Que hable no de tu boca
Más bien de tus besos,
De la lluvia que te moja
Y que inunda tu techo.

Que no hable de tus labios,
Que hable de tu aliento,
Escribir de cada espacio
Que coincide con tu acento.

Algo que hable de tu espalda
De tu piel que yo sentía,
De la suavidad que guarda
Y que tanto me movía.

Escribir no de tu cuerpo,
Sino del lunar que hay en tu mano,
De lo que alberga tu pecho
Aunque lo ignore, imaginarlo.

Escribir de tu mirada
Y de su brillo tan intenso,
De tus ojos, tus pestañas
No sólo de su recuerdo.

Quisiera escribir algo
Algo que hable de tu esencia,
De tu amor que anhelé tanto
Aunque nunca mío fuera.

domingo, 25 de febrero de 2007

ENIGMAS...



No sé qué es lo que viene ahora… quizá un puño hermoso de nueva ilusión, una rosa de sueños que volveré a coger y que al hacerlo sus pétalos se deshojarán; quizá un nuevo mundo cargado de expectativas, pero que finalmente no son más que obstáculos. ¿Dónde está ese mundo que nos dibujamos, pero que jamás se coloreó? ¿De qué sirve todo si al final todo es nada?...

jueves, 22 de febrero de 2007

“A veces siento que tu voz me asusta, cuando asoma su vibrar insospechado y fortuito, por no habérmela imaginado caminando hacia mi oído, tan vertiginosa y atañida, tan exacta. Tu ausencia hace de mi respiro una flor expedita, y tan sutil como el vuelo de una polilla hacia la luz, sólo que ésta parece ser inmortal. Pero no estás. Y nuevamente se te distingue alejándote entre el celaje, sin razón alguna que atañe a mis latidos, tristes como el ocaso, como la lluvia, como la hoja que cae quebradiza, y aun peor, mojada por esa lluvia. Otra vez te fuiste, entre el tumulto y ahí te quedaste, perdiéndote, perdiéndome… Hay en mí una convicción difusa que me susurra cada noche, sobre la almohada, alguna palabra… intentando pensar que algún día volverás, como aquella tarde impredecible, a sonreír entre mis brazos y ya no seré la misma de ayer”.

sábado, 17 de febrero de 2007

OCTAVA REAL: TU VOZ

ME DOBLEGA TU VOZ CÁLIDA Y LENTA,
SILENCIOSO ALETEO DE TU BOCA,
MURMULLO BEBE MI ESCUCHA SEDIENTA
CADA PALABRA QUE A TU LABIO TOCA.
AL OIRTE MI ALMA LIBERA CONTENTA
ASTRO, AMOR Y RISA COMO UNA LOCA.
PROFANO ES EL MORTAL QUE NO HA ESCUCHADO
EL ACENTO TIBIO DEL SER AMADO.

miércoles, 31 de enero de 2007

ARCAICO RECUERDO...



Siento debajo del pecho aquella arcaica humedad,
hoy desecada y más desvaída en su prisión de fuego
Que me va matando poco a poco, sin aviso.
Los latidos no se movían como antes,
Como antes de perderte.
Pero sí se mueve la tronada que dejó tu distanciamiento cruel
O tal vez la voluntad que me grita buscarte.
Eras tú ayer, pero más lánguida la sonrisa,
las palabras fallecieron antes de mis labios
igual que antes de perderte…


mi voz enflaquecida no alcanzó a vivir para ti.
Sentí rabia de mi acobardada existencia,
sentí pena de saber que te marcharías de nuevo,
como antes…

sábado, 27 de enero de 2007

POEMILLAS

IV

Se va la vida con todos sus matices,
sus abismos, sus cornisas peligrosas.
Aquí muero sin morir aún,
aquí mi respiro agoniza.
Mi destino no fuiste tú,
mas la vida ligera es una prosa
que se escribe día a día.


V

Yo te tuve sin querer
En mi boca que no es mía;

y en esta noche que no es noche
Tú me tienes otra vez.

PROSAS (V)

“Una vez sentí todas estas palabras escritas dibujadas en sus besos, en su espalda, en sus manos... era vano el escuchar sin oírlo, era vano el escribir sin recordarlo. Era entrar en aquella casa y una combinación de olores y sensaciones me cubrían: humedad, madera vieja, espacioso todo, hasta mi pecho le daba más espacio a los latidos. El amplio pasillo mustio, que parecía languidecer al caminarlo, crujía débilmente en las pisadas y expelía un aroma húmedo, que enfriaba la piel; constantemente oscuro, de día y más aun de noche, cuando escondía miedos y se hacía impenetrable. Más allá, en la segunda puerta de madera deteriorada, había un cuarto, también oscuro, pero acogedor como una guarida... allí permanecen aún las sensaciones que quedaron hasta en la última vez que pasé por ahí, ya vacía, ya abandonada. La mutación que la vida sufre no es fácil, más si entre mis oscuras palabras está aún presente tu cara, y no sólo tu cara, sino todo lo que a ti concierne. Èl ignoraba todo en mí, todavía es así... podré sobrevivir, le parecería todo esto una locura ilimitada, y he optado por el silencio, ese que caracteriza mi cotidianidad frente a él o cerca de él. Ya no hay más. Aunque las palabras sigan emergiendo de no sé de dónde, ya no queda más que un sueño, un sueño que no morirá ni alcanzará su práctica. Sin embargo a veces, en momentos como estos, me veo encontrándolo impredeciblemente, alguna vez en la vida, en días lejanos, muy lejanos a estos”.

miércoles, 24 de enero de 2007

NADA QUE DAR...

Se me abre el alma,
enjuiciada por ser alma.
Se divide mi pena en mil desafueros,
en esta noche, en esta sábana desgastada
como la esperanza.
Y se extinguen mis anhelos,


y ya no me queda nada…
no me queda nada más que esta pena,
ésta, que a nadie le hace falta.
Algún espectro vaga cerca
y tal vez sabe sonreír;
Los árboles trenzan sus ramas,
yo he dejado de vivir.
Y ya no me queda nada
porque todo lo perdí,
sólo me sobra esta pena
que a nadie le hace falta…

lunes, 22 de enero de 2007

SONETO: AHORA SÍ

Ahora sí, abórdame sin restricción.
Hazme creer que en ti existo otra vez
Te he estado esperando, inocua, sin desdén
Ahora, sin miedos ni rastros de traición

Ven a dibujar tu abrazo en mi cuerpo
Que te muestra en la sombra su postura.
Ven a recobrar la fe que te augura
Ahora sí, salva lo casi ya muerto.

Que no sea sólo concedernos perdón,
No quiero sólo tener que imaginar
Tu espalda, tu sonrisa dócil, tu olor

Ahora sí quiero sentirte de verdad
Sin las heridas de una equivocación,
Ahora sí, quiero sentir que voy a amar.

viernes, 19 de enero de 2007

RECUERDOS DE NUESTRO AYER



Estas mismas calles que ayer aplastamos con nuestros pies,
imploran hoy una nueva luna sobre nosotras,
Reclaman aquella oscuridad que hacia sombra en nuestros cuerpos,
en nuestra, a veces, ebriosa carne
que tan ingenua y tenaz vivía por un sueño,
las sonrisas dejaron surcos en nuestros rostros
y las bocas exigen el sabor morado de los vasos…
Estas mismas calles que ayer se dibujaban para nosotras
nos miran infaustas y nostálgicas,
por lo que dejamos inconcluso,
por lo que hoy no son más que veredas,
a veces húmedas de lluvias,
a veces desecadas por las tardes de enero,
llenas de nuestra ausencia,
silenciando el deseo de guarecernos de nuevo
bebiendo, fumando:
“viviendo”.

GANAS DE LLORAR

Tengo ganas de llorar y son tantas que no me caben
me aprietan en la garganta, me duelen
me estorban, me avergüenzan.
Estas ganas de llorar me hacen temblar y no puedo arrancarlas,
porque están perpetuas,
porque siempre regresan.
Y ahogan mis ojos, no puedo disimularlas
y sofocan mi pecho, me duelen,
con sus rasguños me hablan,
me reclaman,
me hieren.
A estas ganas de llorar yo no les debo nada…
nada más que lágrimas, nada más que llanto,
nada más que estas manos sobre mi cara,
recibiendo su agua que duele tanto.
me juzgan, me detienen, me hacen daño
me persiguen y no logro huir
porque están es todos lados,
me angustian, me van matando.
Me hace falta un rincón para despedirlas
sólo tengo mis manos
para cubrirlas…
Sólo tengo mis manos humedecidas
mi pena cae y aún no sé acabarla
me moja, me lastima,
me duele el alma,
magulla mis ojos, me estancan;
me arrancan la vida,
me desgarran,
me martirizan,
me desangran…
Tengo ganas llorar y son tantas
que no sé de dónde vienen
no se lo he preguntado.
A estas ganas de llorar yo no les debo nada,
nada más que lágrimas,
nada más que llanto sobre mi almohada…

DESEO

Que me toque abundante tu espectro
Que corra el mar que hay en tus venas,
como perseguido, cuando vengas
hasta este albedrío postrero

Que se arrojen mis deseos
al abismo de tu vasta piel,
tan bizarros como ayer,
embriagados en el tiempo

Que se suiciden mis miedos
en la cornisa de tus hombros,
aunque me caigan los escombros
cuando te marches tan lejos

Que en cierta noche acallada
se vayan cayendo tus besos
sobre mi acelerado cuerpo,
sobre mi carne inundada

Humedece mi origen tu recuerdo,
leyéndote se estremece mi calma,
llegando a tocarme empapada
tu voz que oigo a lo lejos.

Y se va anegando mi cuerpo
Mi cuerpo que te reclama
Que en tu ausencia se aborrasca,
de tu espera es prisionero.

Que estas manos reclaman
La calidez de tu aliento,
Tus arterias en movimiento,
Tu lacónica espalda.

Quisiera sentirte como las olas
Una y otra vez, meciendo
Mis ondulados secretos,
Mojando todo cuanto toca.

Que arranques de mí este aliento
Que en mi boca vive encarcelado
Que exige el respiro en tu pecho
Y libertad para estar a tu lado.

Voy encrespando mis palabras
Para que puedas leerlas,
Ellas te buscan, te llaman
Y recónditas te esperan.

miércoles, 17 de enero de 2007

DESILUSIÓN


Cada vez que siento el sol
Y trato de atraparlo entre mis manos,
Absorberlo en mis pupilas,
Aparece la maldita obscuridad
De la indiferencia insana
Que mata la luz más intensa,
La tibieza más generosa y sincera
Que soy capaz de entregar
Esperando que el árido suelo
Que alguna vez fue fértil,
Pudiera algún día, por sí mismo
Regenerar su esencia
Y fuera el mismo de siempre,
El que me robaron
O el que se escapó.

martes, 16 de enero de 2007

VERSOS PARA UN HOMOSEXUAL

Qué sentirá un homosexual,
Por qué lo trajo así este mundo
Óigame Dios, a usted le pregunto,
Pues nadie entiende su realidad.

O que un hombre desea ser mujer
O que una mujer desea ser hombre;
Desde su origen ¿qué se esconde?
O estará mal o estará bien…



Contéstele Dios a esta intriga
Que recóndita no es más que llanto,
Un desprecio que duele tanto
hacia esa carne no correspondida.

Que le fue entregada imperfecta
Para lo que su pecho sentía,
Su verdad puesta en agonía
Por un disfraz que no le queda.

Y viven temblando sus miedos,
Cubiertos por una mentira
Que le va matando la vida
Misterioso destino tan austero.

LA NIÑA MADRE

“Ella sabía cuán calumniada sería, ella sabía.
Pero que dolería tanto, ella ignoraba….

y se fue llorando por la misma acera
por esa que ayer corría jugando,
y se fue angustiada, y se fue aterrada.
Y sólo quería fallecer en su llanto.
Ella sabía cuán despreciada sería, ella sabía.
Y se arrimó en su cama, pero de costado
y abrazó su vientre y abrazó su vientre.
Ella lo deseaba, pero no lo deseaba.
yacería muda por algunos meses.
Siguió llorando, siguió llorando
con los ojos adormecidos de llanto,
acariciando su muñeca, hipnotizada;
casi arrepentida, tan acobardada
siguió llorando, siguió llorando
Ella sabía cuán juzgada sería, ella sabía,
pero que dolería tanto, ella ignoraba….
Ella lo quería, pero no lo quería.
Y se hundió en su almohada
humedecida,
y la dejó mojada
con su muñeca se quedó dormida.
Que dolería tanto, ella ignoraba…”

VETE


“Deja de una vez esta sangre derramada,
no la limpies,
no la vuelvas a derramar.
Estampa tus caricias en otras sábanas,
déjame desparecer de tu propósito.
Qué ganas de no amarte, qué ganas
No me digas nada.
Necesito que el tiempo desaloje tu recuerdo,
que se destiña, que se omita,
aléjate de mi trayecto.
Como la tarde márchate, pero sin regreso.
Qué ganas de no volver a amarte, qué ganas.
Aléjate con tus palabras.
Aléjate con tus besos,
llévate tus farsas
Vete, no voltees, vete como aquella vez.
Y no me digas nada,
como la tarde márchate, pero sin regreso
y deja que esta noche sea sólo mía.
porque no tengo más nada para ofrecer,
ni sangre yace casi evaporada,
ante tus ojos, tan viva aún, tan tibia,
ante tus ojos, tan humillada”.

TANTA PENA



Tengo tanta pena que ya no me cabe
no sé qué hacer con ella.
Siento vergüenza,
vergüenza de sentir tanta pena;
siento un volcán en mi pecho
que me revienta.
Siento pena y lloro tanto
lloro y lloro
porque siento pena….
y siento pena porque lloro.
Tengo tanta pena
que no sé qué hacer con ella,
ya no sé dónde esconderla.
Se resbala por mis ojos,
por mi gemido, por mi sollozo,
pero la sigo sintiendo cada vez más austera.
Se cuelga de mis ojos,
no sé por dónde llega.
Y siento vergüenza de tener esta pena
y trato de esconderla.
Ella empequeñece mis ojos,
me enfría y me quema,
me destruye, me gobierna
esta maligna pena.
Tengo tanta pena que ya no me cabe
y no sé qué hacer con ella…
tanto llanto se me alberga.
Siento vergüenza de tener tanta pena
y no sé ni dónde esconderla.
En mí se duerme, en mí despierta,
indeseada y maldita pena.

lunes, 15 de enero de 2007

¿PARA QUÉ?


La noche resbala y cae; tú no estás conmigo,
tan exacta te observé y no te busco, te recibo.
Y buscarte ¿por qué? si no te necesito.
Tanto rato te observé y no vi nada mío.
Como la soledad estoy, pero no te persigo.
Y desenmascararte ¿para qué? si no lo necesito.
¿Adivinarte? ¿Cómo? si no estás ya cerca de mío.
Es inútil esta espera si sólo eres un pez más en el río,
en ese río que no es de nadie,
en ese río que es sólo río.
Y si te ausentas, qué baldío,
¿necesitarte? ¿para qué?
si ya no estás conmigo.
Impredecible, como un trueno,
golpeaste mi destino;
la noche ha caído
y tú no estás conmigo.
Tú no estás, no te obligo
Yo no te busco, te recibo…
Y buscarte ¿para qué?
si ya casi eres olvido.

MÍO DE NUEVO

Algo me falta en este desierto,
algo que llevas en tu valle,
algo me falta que era mío…
y está tan cerca de mi albedrío
Esta tarde volverás, te lo digo.
y te estaré esperando,
te lo prometo
como si aún fueras mío
yo te recibo;
porque te quiero,
te estaré esperando
como si fueras mío.
Algo me falta en esta calle
algo que llevas en tu valle
es la aventura de tus ojos verdes,
que yo tanto espero,
que yo tanto anhelo.
y entre tu arboleda vuelvo a quererte
eres mío, mío de nuevo…

domingo, 14 de enero de 2007

NECESITO...

Y se han ido desgastado mis palabras
Por dibujarte, se van acabando,
Me faltan las letras para describirte,
Para delinear tu mirada de antaño que me clavabas
Cada tarde.
No han muerto esos latidos que yo misma había asesinado,
Que me piden tu regreso
Sólo eso, tu regreso.
Como si fuese tan fácil.
Se me atragantan las palabras detrás de mi boca,
Ahí se mueren, no más allá de mi voz,
Por llamarte no alcanzan a vivir,
Por mojarte con mi aliento
No alcanza mi respiro a nacer.
Necesito de tu aroma explotando cerca de mí,
De tus ojos oscuros que despegaban fuego,
Que me quemaban con la mirada,
Necesito de la melodía que despedía tu voz tosca…
Ya no duermen en mí las noches,
Y la lluvia pasa desapercibida en tu ausencia,
El frío me paraliza pues tu fuego se ha hecho ceniza
Porque ya nos estás, porque no te tengo como antes, como antes de irte,
Necesito de ti, que por amarte no existe un antes ni un después,
Que por amarte huye mi corazón de este cuerpo,
Lo abandona, lo mata,
Por amarte lo martiriza…
Eres la imposibilidad que me aterra cada noche,
Necesito amarte de nuevo, con todo lo que me queda…

COTIDIANIDAD

Andan las horas por el andamio de los árboles.
Camino por las cuadras deteniendo la mirada en el recuerdo
O en alguna nueva utopía.
Y cierro el mundo con mis ojos
Despidiendo otro día que me restó existencia,
Por vivir siguen latiendo mis sueños,
En cada estación, más cerca de la muerte.

sábado, 13 de enero de 2007

COPLAS PARA TU PIEL BAÑADA


Anoche quise dormir sobre tu pecho,
sobre la empapada carne burbujeante,
que cubre tus venas, hoguera mutante
anoche quise fallecer en tu lecho.
danzaron mis dedos por el amplio trecho
de tu fluida piel aguda, palpitante,
bañada por un líquido calcinante,
bajo escuálido destello de tu techo.

Ambición peligrosa, real fantasía;
mi incertidumbre sobre ti agonizada;
toda mi plegaria anoche libertada
depurado mi aliento te recorría.
Amanecer sobre tu pecho quería.
Viajé con mis manos por tu piel bañada,
intensa y sombría, humedad derramada
bajo tu resuello mi juicio sufría

Sólo en tu pecho quería dormir, brillo
y amanecer sobre él, diseminada…
Nube de sábanas blancas, retoñada
universo de aquel tabique amarillo,
un segundo, un respiro, aquel grillo
y su ruido, la noche, tu piel bañada
antes que mi noche se fuera empapada,
me marché con el humo de un cigarrillo.

viernes, 12 de enero de 2007

COPLAS DE UNA HIJA ACONGOJADA

Por su garganta espinas han vuelto a cruzar
tantas, tantas veces despiadadamente
y sin oírla, una estridencia se siente
y no son las hojas secas al caminar
no es la araña que con su pie ha de aplastar
son las crueles palabras que le hacen frente
pavorosas, recia mirada estridente
una madre a una hija tanto hace llorar

Maldiciones, demandas, húmeda almohada
tantas lágrimas empapan su mejilla
no sabe cómo acabará la pesadilla
no sabe cuándo no será mancillada
cenicienta de sus palabras, odiada
qué impotencia, qué tormento, vil astilla
le ha sido clavada desde la semilla
que la vence suspirando acongojada

La manceba se resigna a la tempestad,
la corriente adversa, el barranco, la herida
qué angustia, qué martirio, maldita vida
que la madre ha concebido sin voluntad
la hija se doblega en la amarga humedad
que cae por su rostro, desfallecida
de las inhumanas palabras teñida
negra la boca de su madre sin piedad.




A TU ENCUENTRO

Allá voy, a tu encuentro, secreto mío,
a que llegue la hora estoy esperando.
Lianas en mi vientre se van enredando.
Cada minuto más cerca de ti, sonrío
y esta tarde destituye lo sombrío.
Allá voy, a tu encuentro, estrangulando
mis miedos, mi cobardía, caminando
allá voy, a tu encuentro, delirio mío

Voy a tus ojos negros, ensombrecidos
que como la noche son, tan misteriosos
incógnitos, subterráneos, majestuosos
que como la noche se van, desvestidos
y siempre retornan más engrandecidos.
Allá voy con mis pálpitos acuciosos,
no sabe el gentío de estos temblorosos
deseos de verte, cautivos, ceñidos

Voy a tu encuentro por la calle partida
nada más le importa a mi espíritu fiero
enardecida, allá voy porque yo quiero
encontrarme con tu noche enmudecida.
Eres célula inmutable sin huída
que transita por mis venas de aguacero.
Voy llegando a tu encuentro mi hechicero,
para que entres con tu noche en mi guarida.

COPLAS....

CERCA DE TI

Se adueñaban de mi cuerpo los latidos
Todos desesperados y casi hambrientos,
parecían, dentro mío, tan contentos
de tanto movimiento a ti conferidos.
y se escabullen por mis venas, fornidos
del pálpito diligente, sedientos
mis labios se han adjudicado a los vientos,
por tocarte en átomos oscurecidos.

Te me vas aproximando y no consigo
Mantener este respiro sosegado
que se me espanta, en la ventisca montado
y tratando de ocultarlo lo persigo
a que vengas a besarme no te obligo
no quisiera que me beses obligado
mas quisiera que dejaras estampado
tu aliento sobre mi piel como un abrigo

Poderosas tus miradas permanecen
escritas bajo la tela del umbrío
perfil de la noche y su desplante frío
y cuando el recuerdo las trae se mecen
bajo el estanque de mis anhelos crecen
y a veces duermo en este sueño baldío
y despierto amándote más ángel mío,
ante la ilusión que tus ojos me ofrecen .


COPLAS POR UNA 0BSECIÓN

El cielo y sus ganas de partir su nube
Me reclama tu cercanía en un trueno,
aunque sea malo y parezca bueno
Me la pide a gritos, desde que te tuve
por noctívagas veredas me contuve
ante tus labios, espejismo sereno
cedida a tu piel de continente ameno
abrillantada, mi voluntad contuve

Sobre gris arena quisiera estrecharte
y que me trague aplastada en su aposento
tu piel de continente, tu olor, tu aliento
sobre gris partícula quisiera amarte
y que la brisa decida, por descarte,
suprimir o no el contorno tan lento
concíbeme de nuevo en tu movimiento
y que sólo mis olas puedan a mojarte

Descalzos mis sueños vagan para verte
sentirte, indagarte, escasa quimera
en la arena que haga de mí lo que quiera
aquel fantasma que tu apariencia vierte
tan sola de ti no quisiera perderte
porque este universo me exige la hoguera
de nuestros contornos de luz pasajera
sobre grisácea arena para tenerte.


A TU ENCUENTRO

Allá voy, a tu encuentro, secreto mío,
a que llegue la hora estoy esperando.
Lianas en mi vientre se van enredando.
Cada minuto más cerca de ti, sonrío
y esta tarde destituye lo sombrío.
Allá voy, a tu encuentro, estrangulando
mis miedos, mi cobardía, caminando
allá voy, a tu encuentro, delirio mío

Voy a tus ojos negros, ensombrecidos
que como la noche son, tan misteriosos
incógnitos, subterráneos, majestuosos
que como la noche se van, desvestidos
y siempre retornan más engrandecidos.
Allá voy con mis pálpitos acuciosos,
no sabe el gentío de estos temblorosos
deseos de verte, cautivos, ceñidos

Voy a tu encuentro por la calle partida
nada más le importa a mi espíritu fiero
enardecida, allá voy porque yo quiero
encontrarme con tu noche enmudecida.
Eres célula inmutable sin huída
que transita por mis venas de aguacero.
Voy llegando a tu encuentro mi hechicero,
para que entres con tu noche en mi guarida.